viernes, 27 de enero de 2012

La Ley DICOM


Palito está preocupado. Vio a gente fea en la tele hablando de cosas feas (lógica pura) y dijeron una palabra nueva para él: DICOM. Como siempre Palito sabe que cuando surgen nuevas interrogantes, tiene que acudir a Pepe Tomate. Su primo es más despierto y como que cacha más, aunque tiene los mismo 5 años que él.

- ¿Pepe, viste las noticias?
- Mmhhh... depende de cuáles. Pero digamos que sí.
- Una que salían unos caballeros hablando de algo que terminaba en "OM" y como que la gente estaba contenta. Eso último me pareció rarísimo.
- ¿Maricom?
- Lo mencionaron, pero no era eso
- ¿No será DICOM?
- Eso, eso!
- ¿Ya, y?
- ¿Qué es poh? Si no sé, por eso te estoy preguntando.
- DICOM es... mmh... como decirlo. ¿Te has fijado que cuando mi papá busca alguien en el teléfono para llamarlo?
- ¿Y qué tiene que ver eso? ¿DICOM es un teléfono?
- No poh! Espera, no te adelantes, DICOM es...
- No, no me adelanto.
- Palito ¿Me dejas terminar?
- Ya oh!
- DICOM es un listado de papás y mamás - por eso te decía lo del teléfono - que no pagaron algo que tenía que pagar y bueno, por eso los pusieron ahí.
- Ya
- Entonces la noticia se trataba de que algunos que están en esa lista, los van a sacar. Porque ese DICOM hacen que se queden en la casa, en vez de ir a trabajar.
- ¿No pueden ir a trabajar?
- O sea, pueden, pero por lo que entendí, no les dan trabajo.
- Ah, buena.
- ¿"Buena"? ¿Por qué?

 Palito mira hacia el pasillo y grita:

- Abueeeelaaaa! ¡No puedo ir a ordenar el treeeen, ni las revistaaaas!
- ¿Qué pasa niño? - pregunta desde la cocina la veterana.
- Es que me acabo de inscribir en DICOOOM!!

La abuela, con delantal de cocina y una zanahoria se acerca rápidamente a los niños.

- Oye, no se juega con esas cosas, más respeto. Y tú Pepe Tomate, déjate de enseñarle cosas a tu primo. Hacen puras tonteras... jueguen, vean los monos, déjense de hablar leseras. - Y se va alegando a la cocina.
- Viste que eres tonto Palito. Al final terminan retándome a mí.
- Ya oh.
- Ya, ándate de mi pieza.
- ¿No me debes un Bakugan tú?
- Mmmmh, es verdad. Es que se me perdió cuando fuimos a la plaza.
- Listo.
- Listo qué?
- Te acabo de agregar a DICOM.
- Soquete

martes, 24 de enero de 2012

Personaje: La Abuela



Abuela (abuela materna)

La abuela es una mujer viuda que a pesar de haber tenido una vida bastante tradicional, la tercera edad la ha transformado en una persona sin vergüenzas y casi sin reglas. Disfruta compartiendo y malcriando a sus nietos, siguiéndolos en sus aventuras, en muchos casos poniéndose a la altura de ellos, en búsqueda de emociones simples y liberando adrenalina.

Acelerada, entrometida, le encanta pensar planes inútiles y no duda a la hora de acompañar a Palito y Pepe Tomate en sus historias. A pesar de ser adulta, es una niña más.

Personaje: Palito


Palito (Primo hermano)

Palito también tiene 5 años y físicamente es un poco más gordo que su primo. No tiene hermanos, se ha criado bastante solo y en muchas ocasiones ha sido la fuente de problemas para Pepe Tomate.

Palito es un niño dominado por sus impulsos de curiosidad y de pasarlo bien, sin tener frenos ante el riesgo o proyectar algún tipo de peligro. Todo lo quiere tocar, oler, metérselo a la boca, investigar sin grandes motivos, simplemente porque es curioso. Gracias a ello vive metiéndose en problemas, de los cuáles en la mayoría de los casos es salvado por su primo.

Personaje: Pepe Tomate


Pepe Tomate (Protagonista)
Es un niño de 5 años, chileno, hijo de un matrimonio joven, vive con Pipi su única hermana (2), de clase media. Viven en una casa de barrio (no condominio), va al jardín y se nota que es un niño feliz.
Sin embargo, Pepe Tomate es más maduro que el resto de sus amigos de la edad y eso se nota en su lenguaje: habla bien, reconoce emociones, intenta dar explicaciones lo que ve aunque éstas no sean correctas y general conoce mas palabras que el resto de los niños. 

También en muchas ocasiones actúa con el criterio de alguien muy maduro. Entiende la realidad, los escenarios que se le presentan y las reglas no escritas. Eso le permite entrometerse y comprender situaciones de adultos; sin embargo, no todo es fácil, porque en sus historias le juega en contra la edad. Los adultos tienen prejuicios contra los niños en general y se le cierran puertas para lograr sus objetivos, como que no lo dejen pasar por lugares sin alguien mayor, que lo encuentren ingenuo en todo lo que dice (incluso aunque tenga la razón), que lo consideren “tierno” cuando está hablando en serio, etc.